Oct 6, 2012 - Pensamientos    No Comments

CONTRADICCIONES

Tú me encontraste entre la gente
mientras yo me contaba cicatrices.
Me inspeccionaste el alma
con tu mirada taciturna.
Fuiste capaz de verme de verdad
cuando ni yo misma lo hacía.
“Llévame contigo, quiero ser tuya
como los pájaros son del cielo”.
Y tú condujiste
hasta que el atardecer nos halló
para hacernos cómplices de los rayos del sol,
embriagados de dicha.
Por fin nos habíamos descubierto
y el resto del mundo se volvió baladí.
De pronto, ya no había remordimiento,
ni incertidumbre, ni pecado.
Y esa fue la génesis.
Tú pasaste de ser uno más
y empezaste a serlo todo.
Nos vaciamos los bolsillos
de pasados y futuros.
Habíamos perdido tanto
que hasta dejamos de recordar
lo que nunca olvidamos.
Yo era furor y vehemencia,
tú calma y quietud.
Me complementabas,
compartiendo insomnio y melancolías.
Nos amábamos sin “te quieros”.
Y cuando no necesitábamos hablar,
porque tú me habías enseñado
a entender los silencios,
bastaba con que mis ávidas manos
se entrelazaran con las tuyas
para alcanzar la etérea perfección.
Y no hay sueño más hermoso
que aquella realidad en la que
tus ojos me decían
“eres fría como la nieve, pero quemas como el fuego”.

Got anything to say? Go ahead and leave a comment!